El reequipamiento consiste en actualizar o añadir equipos, sensores o servicios al hardware existente para que pueda hacer uso de las nuevas tecnologías. Aunque muchas organizaciones se beneficiarían de la posibilidad de monitorear, controlar a distancia u otras funciones del Internet de las Cosas (IoT), muchos de los equipos que ya están en funcionamiento no son capaces de establecer las comunicaciones necesarias. El reequipamiento permite que estos equipos se conecten, informen o sean gestionados.
Las alertas personalizadas y la visualización de datos le permiten identificar y prevenir rápidamente los problemas de salud y rendimiento de la red.
Sustituir los equipos antiguos por otros más nuevos preparados para las últimas tecnologías es siempre una opción. Sin embargo, en algunos casos hacerlo puede resultar prohibitivo en términos de costes, tiempo o, en general, un despilfarro.
Mientras que algunos equipos deben sustituirse periódicamente, otros equipos industriales pueden tener una vida útil de muchos años o incluso décadas. Sustituir estos equipos sólo para obtener acceso al IoT u otras funciones es un despilfarro y muy a menudo poco práctico. También presenta el problema de perseguir la tecnología. Los equipos sustituidos hoy pueden quedar desfasados en lo que respecta a las comunicaciones u otras tecnologías. Sustituir hoy los equipos de toda la empresa puede proporcionar acceso a las tecnologías actuales, pero ¿las nuevas tecnologías 5G harán que todo el esfuerzo carezca de sentido?
El reequipamiento permite actualizaciones útiles sin el despilfarro que supone la sustitución, y la actualización a una tecnología más reciente implica un reequipamiento nuevo o adicional en lugar de otra sustitución al por mayor de los equipos.
Las notificaciones en tiempo real significan una solución de problemas más rápida para que pueda actuar antes de que se produzcan problemas más graves.
Muchos equipos comunican al menos algunos datos. A menudo, esos datos no son más que una transmisión analógica procedente de un microcontrolador o un controlador programable. Aunque esa información pudiera interceptarse, no es utilizable si no se convierte a las comunicaciones digitales modernas. Un conversor analógico-digital permite enviar los datos existentes a través de un método de comunicación moderno, como Ethernet o Wi-Fi. Una vez que esos datos pueden comunicarse a distancia, pueden ser monitoreados por un sistema de monitoreo compatible.
A menudo, la parte más difícil del reequipamiento es la integración de nuevos sensores. Para los equipos que no comunican los datos necesarios, aunque sean analógicos, se necesitan sensores adicionales. Es posible que no existan sensores diseñados específicamente para los equipos heredados y que monitoreen los datos necesarios. Sin embargo, hay numerosos tipos de sensores que, con una aplicación creativa, pueden permitir monitorear casi cualquier cosa. Los sensores que miden la tensión o la corriente pueden detectar la intensidad o la eficiencia con que funciona algo. Otros sensores estándar también proporcionan datos útiles. Por ejemplo, sensores de calor (si se está sobrecalentando), sensores de vibración (si hay problemas con los rodamientos, los ventiladores o el montaje), sensores de audio (los ruidos y los golpes rara vez son buenos) y, por supuesto, sensores de humedad (para detectar fugas o inundaciones).
Tanto si se monitorea un único dispositivo en una nave de equipos a kilómetros de la ciudad más cercana como uno de los miles de elementos de maquinaria de una gran fábrica, la recopilación de datos no sirve de nada si éstos no pueden utilizarse. Una parte importante del reequipamiento es conseguir la capacidad de utilizar los datos recogidos por los sensores y, en el caso de controlar dispositivos a distancia, conseguir la capacidad de recibir la señal necesaria para controlar el dispositivo.
Hoy en día, la comunicación puede ser por cable o inalámbrica. La comunicación por cable es aquella en la que el dispositivo se conecta directamente por cable a una red existente, una pasarela u otro relé. La comunicación inalámbrica es aquella en la que los dispositivos que están lo suficientemente cerca de una red existente utilizan la conectividad Wi-Fi, que proporciona una comunicación fiable y rápida que permite monitorear y controlar los dispositivos en tiempo real. En los casos en los que el Wi-Fi no resulta práctico, la comunicación celular también ofrece el tipo de velocidad que permite monitorear y controlar en tiempo real, pero a menudo a un coste muy elevado. Para situaciones en las que ninguna de las dos opciones es viable, las redes de área extensa de baja potencia (LPWAN) ofrecen grandes zonas de cobertura, bajos costes y requisitos de batería limitados (pero a costa de una conectividad más lenta y con menor ancho de banda). Por lo general, esta solución implica no poder monitorear ni controlar en tiempo real y también puede limitar la cantidad de datos que se pueden comunicar.
Algunos equipos nunca se diseñaron para comunicarse. Ya se trate de bombas de riego a lo largo de un arroyo, luces o aspersores, no hace tanto tiempo que simplemente no había nada para que estos equipos se comunicaran de forma factible, ni nadie disponible para leer la comunicación. Estos tipos de equipos requieren hardware adicional para poder utilizar IoT y otras comunicaciones. En algunos casos, puede ser posible conectar nuevos sensores que monitoreen los procesos mecánicos existentes o el voltaje de las corrientes eléctricas.
Estas modificaciones también harían necesario poder comunicar dichas lecturas. Así, este tipo de modificación del hardware incluiría también un método de comunicación como un puerto ethernet o incluso un sistema de comunicación inalámbrica.
Del mismo modo, un equipo como un aspersor o una bomba que se enciende y se apaga lo hace debido a alguna condición física o eléctrica. Una bomba puede encenderse siempre que haya agua. Otros equipos pueden utilizar un temporizador preestablecido. Procesos como éstos podrían reconfigurarse con equipos modificados que permitieran a un operador en una consola remota encender o apagar algo como una bomba o una luz, o programar algo más rápido o más lento, o lo que fuera necesario, todo con un clic de ratón.
Actualización del fabricante
La forma más sencilla de añadir nuevas capacidades de comunicación es que el fabricante proporcione un módulo o kit que pueda acoplarse al equipo existente. Este escenario es el más común para los fabricantes que todavía fabrican y dan soporte a equipos similares. Ofrecer la posibilidad de monitorear estos equipos es un requisito para los nuevos dispositivos. Para animar a los compradores a seguir comprando la misma marca, ofrecer actualizaciones para equipos antiguos aumenta la "adherencia" de la instalación. Si ya tiene numerosos equipos de aire acondicionado ABC instalados y monitorizados, es probable que adquiera nuevos equipos del mismo proveedor para poder seguir monitorizando de la misma forma que ya monitoriza los equipos antiguos. En este caso, interesa a todos que el fabricante diseñe y produzca equipos opcionales que puedan añadirse a los equipos existentes.
Hardware de terceros
En algunos casos, el fabricante original no tiene ningún incentivo para producir el hardware necesario para crear una conexión digital con los equipos existentes. Sin embargo, un tercero puede optar por crear dicho hardware. A menudo, una empresa que ofrece asistencia permanente u otros servicios optaría por crear el hardware necesario y luego venderlo u ofrecerlo como parte de un contrato de servicios.
En un ejemplo, Bosch Rexroth, una empresa de terceros que vende una pasarela IoT, conectó un torno de 1887 a un sensor que monitoreaba y registraba su velocidad. Esos datos se reenviaban a una consola informática que mostraba la velocidad histórica en forma de gráfico. En este caso, no había posibilidad de controlar el torno a distancia, pero es fácil imaginar un tipo similar de torno con su engranaje existente conectado a un motor moderno y controlado por una consola remota.
En casos como éste, los terceros suelen ofrecer una selección de sensores que, con modificaciones limitadas, pueden monitorear aspectos comunes de diversos tipos de equipos. Estos sensores transmiten los datos a un sistema de monitoreo informatizado.
Ingeniería inversa
En caso de que ni el fabricante ni los terceros ofrezcan una solución utilizable, puede ser necesario que uno mismo se encargue de la compilación. Aunque es la más difícil de las soluciones de reequipamiento, puede ser la única opción disponible. Algunos ingenieros, un manual técnico y mucho ensayo y error pueden convertir una pantalla de lectura de LED en datos digitales que se pueden monitorear, recopilar y transferir a través de Wi-Fi o LPWAN.
En algunos casos, los equipos se pueden actualizar a la comunicación digital mediante hardware complementario en lugar de actualizar el propio equipo. Muchos equipos ya son capaces de comunicar o informar datos digitales. Por ejemplo, un puerto propietario en la parte trasera de una prensa de fabricación o un indicador LED que muestra información. El problema es que no pueden comunicar o informar de una forma que una organización pueda utilizar. En casos como éste, un hardware complementario puede convertir una comunicación inutilizable de la vieja escuela en señales digitales modernas.
Que un motor antiguo no tenga forma de monitorear su temperatura no significa que ésta no pueda monitorearse. Un sensor térmico externo de infrarrojos apuntando al núcleo del motor puede proporcionar datos útiles que se pueden informar a un sistema de gestión.
Un sensor externo sencillo es un simple monitor de electricidad enchufable. Enchufe el monitor a la pared, conecte el dispositivo al monitor y, sin necesidad de actualizarlo ni de instalar sensores adicionales, obtendrá una gran cantidad de datos de monitoreo. Un aumento del consumo eléctrico indicaría que el equipo está trabajando más de lo habitual. Si la electricidad se detiene en algún momento, se podría suponer que el equipo se ha apagado, todo ello sin realizar ni una sola programación ni una actualización del hardware.
Se podrían colocar sensores ópticos para vigilar los equipos heredados e informar de si ciertas luces de estado están encendidas o no, o si una luz cambia de rojo a verde. Los sensores acústicos pueden escuchar timbres de advertencia o chirridos de estado. Todos estos sensores informan de lo que ven u oyen a una consola central a través de comunicaciones digitales.
Un sistema externo puede proporcionar comunicaciones ampliadas. Ese viejo puerto de monitoreo o de token ring puede conectarse a un ordenador cercano, a un router o a un sistema de comunicaciones celular. La antigua y fiable distancia de comunicación de "dos pies" lleva los datos al equipo complementario más nuevo, que los transmite a través de un enlace duro, un enlace Wi-Fi o incluso una señal de radio.
PRTG es un software de monitoreo de red integral y realiza un seguimiento de toda su infraestructura de TI.